Los parches de cuero en blanco son un sueño para los aficionados al bricolaje, ya que pueden personalizarse en masa mediante marcas, bordados, pintura y costuras. El cuero sin tratar y las pieles previamente teñidas constituyen excelentes bases para diversas formas de expresión creativa. Asimismo, la piel de cordero suave con tonos cálidos ofrece un acabado delicado, mientras que el cuero de vaca resistente aporta mayor fortaleza, lo que convierte a ambos materiales en adecuados para personalizar la identidad cultural. A diferencia de los intrincados patrones tribales artesanales ofrecidos por los talleres tradicionales de estampado africano en cuero, los kits de bricolaje occidentales ofrecen poco estilo para los más reservados.